Friday, January 19, 2007

Un jueves...

La tarde pasaba como cualquier otra. Era jueves. Bloqueaba sus pensamientos con cualquier cosa. Sodas, café y un emparedado saciaron su hambre, o al menos apendejaron a su sistema digestivo.

La tarde seguía avanzando, se reunió con la habitual fauna de los jueves. Bromas, música y discusiones bizantinas. Lo estaba logrando. Bloquear su mente como lo había estado haciendo por la última decena de dias. Por momentos cree que está cerca de su objetivo.

En el trabajo el interés es poco y nada. Se entera de lo indispensable y toma las acciones necesarias sin involucrarse. Irresponsable y poco profesional. Se siente solo, no hay nadie en ese lugar a quien pueda recurrir. Soledad y nicotina sus compañeros de la última quincena, tal vez siempre habían estado ahí solo que ahora ambos demonios se sientan a su lado, antes estaban agazapados, esperando este momento.

Volviendo a esa tarde. La transmisión dio inicio y las canciones a programar se decidían como siempre, sobre la marcha. Eso le da al evento un sabor freestylero.

De pronto pum!. La nota apareció en el librillo de uno de los discos que llevaba. La melancolía se apodero de el. Leyó la nota varias veces, como para confirmar que era real. Era una nota vieja, una nota que databa de antes de que empezara su caida. Esa caida libre que parece no tener final.

Guardó la nota en el mismo librillo y cerró la caja del disco pensando que así el demonio del recuerdo se esfumaría. No fue así. Es viernes a medio dia y sigue pensando en la chingada nota.

Cuenta los minutos para salir de esa prisión en la que se ha convertido su trabajo.

Piensa que Mos Def no era una buena opción para el programa. Demasiado tarde.

tic...tac... tic... tac...

4 comments:

Anonymous said...

Mmmmm, volviendo al oscurantismo

Anonymous said...

Amistad, ¿qué te he dicho????. Me queda claro que nadie experimenta en cabeza ajena (las cartassss, el velorio!!!!). Conclusión: hora de limpiar el closet.

Y para ponerte más triste, YA NO QUEDA NI UNA KAPUZINER.

Anonymous said...

Estimado Amigo:

Desafortunadamente veo que la causante de sus malestares del corazón lo tiene a usted enfrascado y amarrado con un listón rojo tipo tanga y una rama de epazote. Creo que usted debe aprender de esta experiencia en lugar de andar corriendo como mariquita por los pasillos de su oficina queriendo saltar al vacío (aunque trabaje usted en la PB).

La opción que me comentó de buscar otra opción donde ejercer el curso de computación que tomó en el ITC (o fue en la IBERO) no es la correcta. A donde vaya, siempre habrá alguna lagartija con piel de coneja lista para hacerlo sufrir, mi pregunta es: va a estar usted corriendo en cuanto lo lastimen? Caramba amigo, es usted un hombre o un payaso!!

Tengo unas primitas en Catemaco que le quedarían de perlas y le sacarían su malestar en dos que tres patadas, y si no, las patadotas se las doy yo, por babas.

En fin, me despido no sin antes darle una receta bruja para este tipo de males: huevos en la mañana, tarde y noche por el lapso de un mes, verá como todo se arregla. Visite el Paraiso, si en ese lugar no se le olvida la tristeza es que de plano es usted fan de Sergio Mayer.

Att.
El Dr. Corazón

P.D. Para que no extrañe a su cabecita blanca... Te lo dije Manuel, te lo dije.

Abur

Anonymous said...

Para que un dolor se quite o una herida sane, es necesario utilizar alguna cura, que puede ser desde hielo y fomentos calientes, hasta menjurjes hechos por la abuelita acompañado de un medicamento, lo que es un hecho es que si no lo curas no pasa rápido, aunque claro a veces el dolor no disgusta del todo, (como cuando uno va al gimnasio y al día siguente duelen mucho las tepalcuanas)y creo que tu no te quieres curar o por lo menos no rápido, o bueno, bueno bueno, tal vez si quieres pero no "encuentras" el menjurje adecuado... no lo sé pero ese chichón se tiene que desinflamar pronto o le va a salir PUS!!!........., seguro quedará una pequeña cicatriz, pero no será más que eso...

Te quiero