Monday, December 25, 2006

Se avalanzan sobre mi los recuerdos,
pocos de ellos me hacen sentir contento,
imágenes llenas de sentimientos,
mis ojos llenos de lágrimas escurriendo.

la rabia se apodera a cada momento
como cientos de autos sin frenos
me es imposible detenernlos
me derrumbo con solo saberlo

universos nos separan sin misericordia
el tiempo pasa y yo sigo en la caida
esta enfermedad me aniquila
y tu estás tan tranquila

si avanzo un paso retrocedo dos
ya no puedo estar con vos
tus palabras y miradas son dardos
que me alcanzan y me dejan sin voz

silencio incomodo es nuestra comunicación
batallas peleadas sin aparente razón
todo se pierde en la destrucción
entre nosotros no queda nada mas que contradicción

Tuesday, December 19, 2006

Teoría

Soy un sujeto obsesivo y sumamente difícil de complacer. Muy pocas cosas en este valle de la oscuridad me satisfacen. De verdad muy pocas.

No sé a ciencia cierta a que se deba esta situación, pero tengo una teoría. Creo que se debe a que cuando era niño mis padres y abuelos siempre me compraron todo lo que deseaba. Lo tenía todo. Cientos de figuritas de Starwars, varias decenas de vehículos, los amos del universo, GI Joe, Mask, Playmobils, intellivision, nintendo y decenas de cartuchos, un carro eléctrico y después otros cientos de figuras que no recuerdo. Comía lo que quería, si no me gustaba me preparaban otra cosa. En fin, seguramente era odiado por mis "amiguitos" por ser un consentido.

Cuando no obtengo lo que quiero me frustro y una fuerza incontenible invade mi ser. Si no se hacen las cosas como yo deseo la misma fuerza me inunda.

Como decía muy pocas cosas me satisfacen. Mis amigos son capaces de sacarme de ese egoismo inherente a mi ser. Cuando estoy con ellos soy otra persona.

Otro remedio que tengo es refugiarme en la música. Que los beats, rimas, guitarras y líneas de bajo me acogan en sus brazos y no me suelten.

El domingo vi a los Giants perder por quinta vez en los últimos 6 juegos. Y como un niño lloré...

Sunday, December 10, 2006

Coyoacán 2007

Sábado 9 de Diciembre del 2007.

Necesitabamos un café y decidimos por nuestra ubicación buscar uno en el histórico, pintoresco y sobre explotado barrio coyoacanense.

Ináccesible como siempre, encontramos un lugar disponible para el automóvil después de un par de decenas de minutos. Conforme nos abriamos paso las hordas de darketos, frezapatistas, fresas y familias enteras nos envolvieron en una vorágine que nos impedía distraernos por el riesgo de ser arrastrados sin compasión hacia un lugar desconocido. Hacia el lugar a donde todos se dirigían con mucha prisa. La cola en el Jarocho me hizo pensar que estaban vendiendo boletos para la "gran" final del futbol mexicano.

De entrada me sorprendió la cantidad de tiendas de conveniencia que ahora se encuentran en cada esquina que desmboca en el centro. Es impresionante como el capitalismo poco a poco va consumiendo uno de los rincones más llenos de historia e identidad que quedan en nuestra ciudad. Siendo un coyoacanense que emigró me da algo de tristeza ver esta decadencia.

Otra situación que siempre me ha causado hilaridad es la gente que visita el jardín Centenario. Recuerdo en mi juventud y años mozos que lo único que se veia por esos lares eran "jipis" y uno que otro arquetipo de los otrora frezapatistas.

Conforme ha pasado el tiempo diferentes grupos han invadido las calles de mencionado barrio. De los pioneros invasores, según recuerdo, fueron los "bikers" que se alojaron a un lado del "Hijo del Cuervo" ya hace varios años. Estos sujetos vendían su negra parafernalia a un costado del bar fundado por Alejandro Aura. Siempre me pregunté si los Hell Angels tenían un ala mexicana y su conexión con Woodstock y los jipis hacían de Coyoacan un buen lugar para su centro de operaciones.

Duespués están los grupúsculos de skatos. Bueno la verdad es que esos cabrones están en todos lados, son como una plaga incontenible e insoportable.

Otro grupúsculo importante son los darketos. Si esos seres que visten de negro (uñas y rímel incluidos), con gabardinas en los dias mas soleados de verano y altas botas que el mismísimo Paul "Starchild" Stanley* envidiaría. Estos vampiros tropicales acostumbran asistir a un lugar llamado "Bizarro" (vaya orginalidad) donde se venden infusiones y cebada, todo esto acompañado por la música "darketa" como The Cure y Placebo (estos amigos creen que todo aquel que se pinta el ojo es un exponente del genero darkie).

Y por último otro nutrido grupo que transita las calles coyoacanenses son esos RBD rejects. Si estos personajes que su estilo cuidadosamente desaliñado incluyen corbatas, polos de Lacoste y zapatillas deportivas puma. Estos "forever" se sienten muy "alternativos" por tomarse una chela en cualquiera de los bares que poblan la periferia del jardín y comprar colgijes y demás accesorios que inundan el jardín donde se alojaba la fuente de los coyotes. Este último se ha convertido en un lugar por demás inaccesible y a continuación describiré por qué.

Este lugar se encuentra secuestrado por puestos de vendimia. Puestos que venden lo inimaginable. Los puestos ocupan todos y cada uno andadores del jardín. La cantidad de gente que transita este lugar es tanta que es imposible ver a mas de 3 metros de donde te encuentras. En un extremo del jardín hay un "soundsystem" que embrutece a los transeúntes con beats necios (psycho o alguna de esas madres que caen en la categoría de música electrónica), en el otro una banda de la cual solo se percibe la batería con sus lánguidos e insípdos redobles, y justo en medio del jardín unos practicantes de "capoeira" danzán al rítmo de una "batucada". Creo que si juntamos las batucadas que hay en San Miguel de Allende y Coyoacán México tiene más batucadas que Ipanema.

La magia y misticismo que alguna vez habitaron el lugar del coyote se han mudado. Se han ido para no volver. Su ausencia ha dado paso al capitalismo fundamentalista, a la miseria, a la ausencia de identidad, a los super sietes y al esteticismo barato de los forever.

Después de todo los primeros en irse fueron los coyotes...

*Paul Stanley icónico ídolo del rock y líder emblemático de la banda KISS.

Sunday, December 03, 2006

Wild Horses...

Oscuro, poco ventilado y hediondo era el galerón donde se llevó acabo la fiesta del sábado por la noche. Las bandas que se presentaron todas igual de hediondas a excepción de The Album Leaf, que quienes con sus redobles acompañados por violín convirtieron la oscuridad en la luz que iluminó a la pareja en medio de toda la gente.

Observé el reencuentro desde un extremo del bodegón. Sucedió justo a la mitad del set de secuencias, cuerdas y bateria. Ambos se habían evadido durante las 3 horas que llevabamos sumergidos en la oscuridad y suportando el estruendo y arritmia de las bandas anteriores. Una fuerza incontenible los arrastró hasta que se unieron en un abrazo interminable.

La música seguía ya bien entrada la madrugada. Estoy seguro que había emociones mezcladas, que había inseguridad y temor en ese abrazo, pero sobretodo había necesidad y por lo que vi también existía amor, ese sentimiento que consideraba inexistente, pero que al ver a estos dos volví a considerarlo un fenómeno difícil de debatir.

No podía dejar de observales. Fué una escena inolvidable, épica y novelesca.

Mis sentimientos también estaban mezclados, por un lado ya quería largarme del lugar, pero también seguía sumido en mi rincón mirandolos y envidiándolos, envidiando sentir lo que setían, envidiando su felicidad y regocijo. Eran uno solo, fundidos ambos en un abrazo, fundidos en un beso, solos como si las 300 personas a su alrededor no existieran. La fuerza de una tormenta, de un terremoto, la fuerza de mil caballos los arrastraban a un frenesí inquebrantable, inviolable.

Cuando se separaron todo volvió a la calma, la música se había terminado, las luces se habían encendido. Me sentí tranquilo por que por fin nos marcharíamos, pero me sentí mas tranquilo por lo que había observado. Fuí testigo de esa fuerza inombrable. Testigo de esa fuerza incontenible.

Aún recuperandome de este larguísimo fin de semana que terminó hoy a las 6 am tengo todavía la clara imagen de ese abrazo...