Friday, October 27, 2006

desgarrado

desgarrado en las entrañas,
aun siento como me arañas,
sigo cautivo de tus miradas,
atrapado en tus caderas...

pierdo la conciencia sin tu presencia,
por la vida ausente de ideas,
arrojado a las cavernas
del olvido donde me entierras...

siento que me ahogo en este ambiente,
del aire y tus ojos soy dependiente,
quemado en el infierno ardiente,
mil demonios habitan mi mente...

de tus besos esclavo,
de tus ojos maniatado,
de tu corazón expulsado,
por tus caricias sujetado...

Wednesday, October 18, 2006

and I fell...

El viejo templario tuvo un último lance, un último suspiro. Blandió su espada con las pocas fuerzas que le quedaban, y por un momento, solo por un momento sintió recobrar sus fuerzas, olvidó la derrota por enésima vez y atacó al moro sin compasión... No sabía el infeliz que era solo una treta más de los sarracenos que aplicaban una de sus técnicas guerreras más conocidas: la emboscada.

Así es, el último de los templarios cayó en la trampa. Esa trampa que estaba tendida para acabar con el, para abatir ese último suspiro, ese repentino resucitar. La treta fue perfecta y espectacular. Los infieles hicieron que el templario recobrara un poco el aliento e incluso le regresaron sus roidas armas. El idiota sintiendo que aún podía hacer algo se lanzó al ataque como siempre, sin complejos y mostrando poca estima por sus seguridad. Incluso llegó a pensar que podía lograrlo (los infieles son seres con una habilidad histriónica sobrenatural). Sintiendo la victoria cerca vino la última desgracia (The Last Caress dirían los Misfits). La última humillación.

El templario rodeado de brillantes simitarras, negros ojos resplandecientes soltó su larga y ensangrentada espada. No la arrojó al piso, lentamente la depositó junto a sus pies, se hincó y puso su frente en la fría tierra sedienta de sangre. Su verdugo sonriente entendió que era lo que el viejo templario quería. Quería seguir ese ritual que siguen los guerreros infiles, quería ser degollado. El templario levantó su demacrado rostro para reconocer el de su verdugo y dedicó un último pensamiento a Jah. Hundió nuevamente su cara en la tierra y esperó lo inevitable.

El sarraceno sin piedad y recitando "Alá Akbar" blandió su filosa simitarra que cortó el aire y la cabeza del templario. Ustedes saben queridos lectores que es imposible cortar la cabeza de un hombre de un solo tajo, así que el sarraceno asestó varios golpes antes de que el cuello del templario cediera. Por fin la cabeza rodó...

La cabeza yacía inmóvil en la tierra mientras los devotos de Muhammad partían...

Todo estaba perdido.

Wednesday, October 04, 2006

ya quiero despertar!

En serio queridos lectores (se que son pocos), de verdad ya no quiero sufrir... oooohhh Jah tu sabes como quiero dejar de sufrir y seguir perdiendo en esta batalla contra ese ser invisible e invencible que es el putoamor.

Esta caricatura que soy ahora es deprimente y no soy yo, carajo que me ha pasado?!?!?!?! dormirme en bares, en reuniones, fiestas!!!!.

He tocado el fondo de este oscuro mar, he llegado hasta el final de este camino, no hay nada mas que hacer desde hace mucho tiempo pero de alguna manera u otra yo me abría una brecha, siempre armado de esa espada que es la necedad que no hacía mas que intentar abatir fantasmas y mi propio reflejo.

Este viejo templario desarmado y sin fuerzas siente la derrota cerca, se siente sucumbir ante ese infiel sarraceno que es el putoamor. Da tumbos pero sabe que no hay nada mas que hacer. Por fin ha aceptado ser el vencido, por fin se ha dado cuenta que la fortaleza es inexpugnable (no pun intended), que tiene que huir a lamer y sanar sus heridas como un perro.

Se que esta historia la han leido y que no es la primera vez que digo que ya no voltearé atrás y este putoblog es testigo silencioso de mis anteriores intentos frustrados.

Está vez será diferente pues me he dado cuenta de todo lo que he dado y perdido. El viejo templario ha perdido hasta su dignidad y en una caricatura maltrecha se ha convertido. Enough is enough dicen los yanquis.

Esto es mas que una declaración que denuncia mi debilidad y mi situación, es un grito de ayuda. Sé que ustedes queridos lectores y amigos siempre me han ayudado o al menos lo han intentado, sigan haciendolo por que el viejo templario necesita de ustedes ahora más que nunca. Prometoles cambiar, prometoles volver a ser el mismo que antes, no tendrán que despertarme a las 11 de la noche para seguir la fiesta, no tendrán que verme deprimido.

Jah no me abandones ahora...

PS: gracias al anónimo lector(a) que dejó su comentario en la última entrega...

Sunday, October 01, 2006

ansiedad

La ansiedad se apodera de mi ser con mucha facilidad...

Mis manos sudan, mi corazón se acelera, no encuentro nada con que distraerme, no encuentro ninguna actividad con la cual simular estar tranquilo.

Ni la música ni la nicotina pueden calmarme (jamás he intenado utilizar efectos especiales para calmar ese sentimiento desgarrador e incontrolable).

Estos ataques han sido más frecuentes últimamente, ustedes sabrán por qué.

Hoy el sudor frío y la obsesión me invadieron, era una batalla desigual, una batalla que nunca he podido ganar, vamos, ni siquiera balancear. Ese maldito sentimiento de perdida latiguéa mi cerebro sin piedad. Intenté lo mencionado, cigarrillos, tandas de Phoenix, Herbaliser... nada, la ansiedad no me dejó descansar hasta ya entrada la noche.

Ahora me encuentro repitiendo las dosis y parece funcionar...